 Contaba la aguela  que  habia  un señor en Lapeza con mucho poder, pues tenia una niña  y se puso mala,  pues, segun dicen era la garganta, hasta que perdio el habla.
Contaba la aguela  que  habia  un señor en Lapeza con mucho poder, pues tenia una niña  y se puso mala,  pues, segun dicen era la garganta, hasta que perdio el habla. 
Pues  el padre solo pensaba en que se curara y traia todos los remedios que le decian, todos  los medicos que habia y por haber, los de los pueblos de alrededor,  en fin, ya no sabia que hacer. 
Todo preocupado por su hija, estaban dispuestos a dar todo lo que tenia por curar a su niña. 
Pues  un curandero o no se que seria, se entero  y se presento en la casa donde estaba la enferma y dice yo puedo curarla, si, pues todo lo que tengamos para  usted, pero sino, ya sabe  que de aqui no sale vivo, pues dejeme a solas.
Pues el hombre  venga hacer experimentos, pero nada de nada,  pues ya  se terminaba el tiempo acordado  y la enferma lo mismo. 
Dijo estoy perdido,  he dicho que se y no es verdad. 
Pues como antes se comia en la cama, se le metio un cuscurro de pan por las espalda y tenia alli un callado, pues sabeis  que hizo  el curandero: le abrio la boca a la enferma, le metio el cuscurro de  pan duro y despues con el garrote  le empujo. Pues la hija  dio un grito  y dijo papa,  pues al oirlo, su padre,le dio todo lo que tenian al bruto. Pero la dejo hablando.
Pues  yo de chica  era muy dormilona  y a veces  me quedaba comiendo dormida, pues pensaba que me pasara como a la niña